Mi viaje a Japón y la temporada de los cerezos en flor, ¡me sorprendió!

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Japón es el país más misterioso, que combina los últimos avances tecnológicos, la arquitectura antigua y la naturaleza pintoresca. Un país de tradición, orden y disciplina. Japón es un lugar de atracción para millones de turistas de todo el mundo y no somos una excepción.

En este artículo, el equipo de travel-picture.ru te contará sobre uno de sus viajes turísticos, que duró tres días en la tierra del sol naciente llamada Japón. Le contaremos sobre nuestra perspectiva de la vida en Japón, le contaremos los hechos sobre una ciudad como Tokio, le contaremos sobre hechos interesantes y tradiciones de la población japonesa, le contaremos sobre el período de los cerezos en flor.

Compramos todos los boletos aéreos a Japón sin intermediarios usando nuestro formulario de reserva de boletos aéreos, aquí hicimos una reserva y solicitamos un hotel en el mismo centro de Tokio, por lo que recomendamos a los turistas principiantes y avanzados que se olviden gradualmente de las agencias de viajes y comiencen a viajar en sus propio - ¡es mucho más barato y más rentable!

Con este artículo abrimos nuestro nuevo encabezado "Japón", en este encabezado pronto aparecerán artículos sobre los lugares de interés, la cultura de Japón, las tradiciones de Japón, y sobre todo lo que un turista necesita mientras viaja por Japón para no perderse un increíble viaje, puede suscribirse a nuestro boletín de noticias sobre viajes alrededor del mundo o en el formulario que se encuentra al final del artículo.

¿Qué nos atrajo del viaje a Japón y por qué este país se quedó profundamente en el alma y en la memoria de él?

Todavía no podemos dar una respuesta a esta pregunta, Japón conmocionado con su progreso y la vida asombrosa de las personas que trabajan por el bien de su país. Hasta la fecha, hemos ganado en Japón tres veces y las tres veces han sido momentos increíbles del viaje a este país.

Uno de los períodos del viaje fue el florecimiento de una planta increíble: sakura. Antes de eso, vimos muchas películas, leímos muchos materiales, pero al ver con nuestros propios ojos las flores de cerezo, nos quedamos impactados.

Japón es un país peculiar con sus propias tradiciones, moral y rica historia, por lo que era muy curioso verlo todo con mis propios ojos. Y nos gustó tanto allí, abrumados de emociones y nuevas impresiones que queríamos volver a Japón de nuevo.

Cuando vuelas desde Vladivostok, ves campos interminables, espacios abiertos, y cuando aterrizas en Japón, la densidad de los edificios es sorprendente: cada pedazo de tierra japonesa está distribuida, todo está salpicado de celdas.

No hay tierras baldías abandonadas en Japón; las plantaciones de arroz se plantan en cada parcela de tierra apta para la agricultura. Desde el aeropuerto de Niigata, donde aterrizamos, tomamos el tren de alta velocidad Shinkonsen a Tokio y, por supuesto, miramos el paisaje fuera de la ventana. En Rusia, cuando una ciudad termina, comienzan los campos, los bosques y solo entonces la próxima ciudad.

En Japón, hay un cardiograma continuo de casas, los edificios de gran altura se reemplazan por edificios más bajos de casas y nuevamente se trasladan a edificios de gran altura. Los campos de arroz parpadean aquí y allá, pero inmediatamente detrás de ellos hay casas nuevamente.

Los japoneses lo tienen de tal manera que si esta área es apta para ser habitada, entonces será edificada. La distancia del asentamiento al asentamiento es un máximo de un kilómetro, no lo hemos vuelto a ver.

¿Qué es más memorable de lo que viste en Japón?

Seamos honestos en Japón, todo fue recordado, especialmente las vistas de Japón que logramos ver con nuestros propios ojos. Uno de los recuerdos más vívidos de Japón es la arquitectura. La tierra en la capital es fabulosamente cara, es escasa, por lo que los japoneses han aprendido a construir cada pieza en la que las casas crecen en lo alto.

Además, todos los desarrollos se llevan a cabo teniendo en cuenta la situación sísmica del país. Por cierto, sentimos un terremoto de 5 puntos durante nuestra estancia en el hotel. Pero todo terminó bien, no vimos ningún pánico entre la población. Por cierto, la información en Japón sobre el terremoto se transmite inmediatamente en el primer canal.

Por lo general, un terremoto en Japón es algo común, a los japoneses se les enseña desde la infancia el comportamiento correcto durante un terremoto, lo que debe estar siempre a mano durante la evacuación. A los niños se les inculca no solo esto, sino también el amor y el orgullo por un país llamado Japón.

En Rusia, a menudo juramos por la suciedad de la ciudad, aunque de hecho, esto es obra de nuestras manos. Los japoneses se encargan ellos mismos de la limpieza. Mientras caminaba por Tokio, me senté en la acera con pantalones blancos para tomar una foto de uno de los lugares emblemáticos de Japón; para mi sorpresa, solo quedaban un poco polvorientos.

Y en Japón todo está así arreglado: si los japoneses, por ejemplo, construyen una carretera, lo hacen a conciencia. Inmediatamente se instaló un alcantarillado pluvial en la carretera para que después de la lluvia el agua saliera y no interfiriera con el tráfico, no vimos ni un solo alcantarillado pluvial obstruido con basura como en Rusia. Y lo más importante que me gustaría decir sobre Japón: la lluvia en Japón no diluye la suciedad, como en Rusia, ¡sino que lava las carreteras!

Las impresiones de la ciudad de Tokio son asombrosas. Tokio es una ciudad de edificios de gran altura, distritos residenciales e industriales. Los japoneses pasan mucho tiempo en el trabajo, en la carretera, pero tienen un metro muy bien desarrollado. Hay trenes de alta velocidad, hay trenes más tranquilos, con una parada en cada estación, a tres estaciones de distancia.

Hay muchos trenes, hay muchos trenes que de forma sencilla y sin conductor siguen una ruta determinada. En el propio Tokio, hay muchas autopistas que se hacen a lo largo del lecho del río. Esto nos sorprendió muchísimo. Todo está hecho porque no hay otro lugar en Japón. En Rusia sería un placer muy caro construir el río, y el dinero asignado, como siempre, no sería suficiente para la construcción, pero en Japón lo abordan de manera responsable, porque no hay otras soluciones.

Al comienzo del artículo, mencionamos el período de la floración de los cerezos en Japón, por lo que este es un fenómeno natural asombroso.

Japón durante la temporada de los cerezos en flor

La temporada de los cerezos en flor para los japoneses se considera solo una festividad. Sí, esta festividad en Japón se llama Hanami. Durante las vacaciones de Hanami, los japoneses se reúnen en parques y miran las flores de cerezo durante todo el día, algunos incluso durante días, el momento de las flores de cerezo se recuerda para toda la vida.

Sakura en Japón florece en casi todas partes; florece en parques, jardines, en las calles de la ciudad. La temporada de los cerezos en flor es en los meses de primavera, que son los meses desde finales de marzo hasta principios de abril. En una de las estaciones de metro, fuimos a un área pequeña plantada con sakura.

La floración de sakura es ciertamente impresionante, pero en defensa de Rusia podemos decir lo mismo: el período de floración de la cereza de pájaro, la lila o el manzano, debes admitir que también es una vista increíble, y el aroma se extiende por todas partes. el alma ya esta cantando!

No sentimos tal olor a sakura, pero los ojos de lo que vimos aún estaban sorprendidos. Es solo que las flores de cerezo son maravillosas y muy valiosas para Japón y para los propios japoneses.

Una descripción completa de los lugares para relajarse en Japón y cuánto cuesta el viaje en nuestra sección.

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